Historias 28 mayo 2022

La resiliencia de Lisa

Lisa encontró fuerzas en el amor de Jesús para superar las desilusiones causadas por su familia.

 

 
Lisa, de veintiocho años, es una exitosa ejecutiva jurídica que trabaja para una corporativa internacional. Ella nos cuenta cómo, gracias al apoyo de Puertas Abiertas, pudo superar las desilusiones por parte de su familia y encontró fuerzas en el amor de Jesús.

«Me he pasado la vida buscando el amor y la aprobación de mis padres, pero siempre me fallaron en los momentos en los que más los necesité. Prometieron cuidarme y sostenerme económicamente pero nunca fueron fieles a su palabra», compartió Lisa.

Sarata

Los padres de Lisa se separaron cuando ella tenía doce años. Su madre se marchó debido a tensiones familiares. Tuvo tres matrimonios. Fue durante el segundo cuando, bajo la influencia del alcohol, su esposo abusó sexualmente de Lisa. El abuso fue presenciado por su hermano. Sin embargo, su madre no les creyó cuando intentaron decírselo. Ella les acusó de ser rebeldes y de tener un mal comportamiento. Como resultado les abandonó junto a su marido.

Durante este tiempo de dificultad Lisa dejó la escuela y decidió sacrificar su educación para poder ayudar a su hermano. Habían perdido todo apoyo familiar y no tenían amigos a los que acudir. Para sobrevivir, Lisa se juntó con malas compañías, vendiendo películas grabadas ilegalmente en su comunidad y alrededores, pero su situación era muy inestable.

«Lo único en lo que podía confiar era en Dios. Buscaba a Dios y le pedía su protección y ayuda para que mi hermano y yo pudiésemos sobrevivir. Haría lo que fuese por mi hermano», dice Lisa.
 

  

Finalmente sus padres regresaron a sus vidas, después de que Lisa fuese arrestada por vender los bienes ilegales y ellos pagasen la fianza para liberarla. La madre de Lisa se volvió a casar y su nuevo marido es un imán que lidera a los musulmanes en oración. Una vez más Lisa intentó complacerles para ganar su aprobación.

«Decidí volverme más piadosa en el islam y abandonar mi búsqueda por encontrar la verdad sobre Dios. Empecé a vestir la hijab y a rezar cinco veces al día, buscando la aprobación de mis padres. Ellos se sintieron orgullosos y me quisieron por ello. Todo lo que yo quería era que nuestra madre nos amase y cuidase».

En aquél tiempo, el hermano de Lisa había terminado sus estudios y Lisa estaba dispuesta a retomar los suyos e ir a la universidad. Esta vez sus padres aceptaron apoyarla económicamente debido a sus esfuerzos religiosos.

Durante su tiempo en la universidad Lisa no tuvo amigos y se sentía sola, lo que incrementó su deseo por conocer a Dios.

«Seguía orando a Dios "tan sólo dame fuerzas", porque no tenía ningún amigo. Fui allí a estudiar pero me sentía tan perdida. Rezaba cinco veces al día, seguía buscando aquél amor, aquél consuelo, pero no podía dejar atrás el pasado. Aunque mis padres volvieron, no era capaz de sentirme amada por ellos por mucho que lo intentase», indica Lisa.

Ora con Lisa
  • Ora para que Dios continúe dando a Lisa valentía y fortaleza para cargar y pagar el precio diariamente.

  • Ora para que Dios le dé a Lisa la oportunidad de compartir el Evangelio con sus padres.

  • Ora por otros cristianos en su situación que tienen que esconder su fe de sus seres queridos.

A pesar de los problemas durante el primer semestre, su situación cambiaría cuando conoció a su nueva compañera de cuarto, con la que estableció una firme amistad.


 

«Mi amiga era una cristiana y pudo ver la pesada carga que yo soportaba dentro de mí. Comenzamos a compartir nuestras experiencias religiosas y nuestros pasados. Mi amiga entendió mi deseo por conocer a Dios y me ayudó a entender su Palabra, porque yo aún estaba buscando la verdad».

Fue durante este tiempo que el abuelo de Lisa falleció y ella tuvo que volver a casa. Lisa nos cuenta: «Cuando volví a casa aún vestía la hijab. Estaba perdida. Seguía pidiéndole a Dios: "Dios, muéstrame, dame paz ¿Cómo puedo superar todo esto? He cambiado mucho pero sigo sin tener paz. Recito el Corán, rezo, me cubro, lo he hecho todo". Aún así, estaba perdida, todos los desafíos de mi vida permanecían, no podía encontrar ningún aliento en el islam».

Una oración por Lisa
Señor, te ruego que Tú sigas dando a Lisa la fuerza que ella necesita para salir adelante. También que concedas el deseo de su corazón y pueda compartir el Evangelio con su familia. Da a ella y a otros como ella el denuedo que necesitan para seguir firmes en la fe. Amén.

Cuando Lisa volvió a la universidad decidió dejar de usar la hijab, con la ayuda de su compañera de cuarto. Ya no sentía la necesidad de complacer a nadie.

Ella soportó el desprecio de sus compañeros e incluso del decano de la universidad, pero ahora tenía la fuerza para tomar sus propias decisiones, y finalmente se sintió libre.

Cuando Lisa empezó a conocer la Palabra de Dios, fue conmovida por las palabras de amor y decidió bautizarse poco después.

Desafortunadamente para Lisa, su alegría duró poco tiempo, ya que en su último año de carrera sus padres le dijeron que no podían continuar financiándola en sus estudios. Lisa no tuvo otra opción que volver a casa y buscar un trabajo, sin haber podido terminar el año lectivo.

Lisa se vio obligada a seguir las normas y el estilo de vida de sus padres mientras viviese con ellos. Consecuentemente, experimentó dificultades contra su fe, al vivir en un ambiente tan restrictivo.

«Mi padrastro es un imán, si mis padres supiesen de mis creencias estoy segura de que avisarían a las autoridades. El islam tiene una norma que prohíbe convertirse a otras religiones o tener la libertad de decisión, así que las autoridades vendrían a por mí», afirma Lisa. Su única opción era conformarse a la religión de sus padres y encontrar un trabajo.

El salvavidas financiero de Puertas Abiertas 

Lisa encontró un trabajo en el que estuvo unos años, pero su mayor deseo era completar sus estudios.

«Mis padres me aseguraron el apoyo económico una vez más. De todos modos, me fallaron a mitad de curso y tuve problemas para pagar la matrícula». Lisa no sabía otra cosa que hacer mas que orar y confiar en Dios, no en sus padres, para salir adelante. 


Finalmente, un colaborador local de Puertas Abiertas oyó sobre la situación y decidió ayudarla a pagar la matrícula de su último año de la carrera de Derecho. La ayuda económica respondió a su oración y fortaleció su fe. Como resultado, Lisa decidió confiar completamente en Dios y depender de su amor.

Lisa ha completado sus estudios y trabaja como ejecutiva legal en una corporativa internacional.

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Pese a sus experiencias negativas, Lisa creció espiritualmente y nunca discutió con sus padres por sus inconsistencias. Ese año decidió alquilar un lugar para que su padre pueda quedarse con ella, y ella pueda cuidar de él a su avanzada edad. Su padre es soltero y vivió momentos difíciles al no encontrar trabajo, viéndose obligado a vivir en la calle, además padece de una enfermedad mental.

Desafortunadamente, sus padres aún no saben acerca de sus creencias. Lisa es una participante activa en los estudios bíblicos, los cuales atiende regularmente. Está preocupada de lo que su padre pudiese hacer si descubriese su fe, pero ella espera por el día en el que pueda compartirla con él. La decisión de vivir con su padre supone pagar el precio de tener que esconder su Biblia, o no poder adorar y expresar su fe en Jesús libremente en casa. Sin embargo, eso no la detendrá de seguir sirviendo al Señor, y finalmente, compartirá el evangelio con su padre y con el resto de su familia.

Cuando preguntamos cómo se mantuvo en los momentos de dificultad, Lisa nos compartió un versículo: Deuteronomio 31:6.
«Dice "¡Esforzáos y cobrad ánimo! No temáis ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová, tu Dios, es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará". La última parte significa mucho para mí y me ha ayudado en mi día a día, eso es lo que quiero compartir con todos».

«Recuerda que Dios nunca te dejará, nunca te desamparará».