¿Cuántos cristianos hay en Irán?
Solo hay 1,2 millones cristianos en Irán, de una población de más de 86,9 millones. Eso es aproximadamente el 1,4 % de los iraníes.
¿Cómo es la persecución en Irán?
En Irán, si formas parte de una comunidad cristiana tradicional —armenia o asiria, por ejemplo— es probable que tu fe sea tolerada. Sin embargo, también serás tratado como un ciudadano de segunda clase. Además, no está permitido rendir culto ni leer la Biblia en farsi, la lengua de Irán, ni tener contacto alguno con cristianos que se hayan convertido del islam. Si te descubren apoyando a conversos, puedes ir a la cárcel.
Para los cristianos que se convierten del islam, ni siquiera hay una apariencia de tolerancia. La conversión del islam al cristianismo es ilegal en Irán, y cualquiera que sea sorprendido como converso puede ser detenido y encarcelado. El gobierno considera la conversión como un intento de Occidente de socavar el islam y el gobierno islámico de Irán. Esto significa que cualquiera que sea descubierto como miembro de una iglesia en casa puede ser acusado de un delito contra la seguridad nacional, que puede conllevar largas penas de prisión. Cualquier persona arrestada o detenida puede ser torturada y maltratada durante su encarcelamiento. Algunos cristianos son puestos en libertad y vigilados, y saben que una segunda detención supondría una larga pena de prisión.
Los cristianos conversos que abandonaron el islam también pueden sufrir presiones de sus familias y comunidades. Los conversos pueden perder su herencia, los cristianos solteros pueden verse obligados a casarse con un musulmán, y los creyentes casados pueden verse obligados a divorciarse o perder a sus hijos.
«Cuando observamos la historia de Irán, vemos que este régimen islámico tuvo el mayor y más profundo efecto negativo sobre las mujeres».
Sahar (junio 2023)
¿Quiénes son más vulnerables a la persecución?
Los conversos del islam son los que corren mayor riesgo de ser perseguidos. El control gubernamental es mayor en las zonas urbanas, mientras que las rurales están menos vigiladas. Sin embargo, los creyentes tienen menos oportunidades de reunirse fuera de las zonas urbanas.
¿Cómo sufren las mujeres la persecución?
Desde que las protestas en torno a la normativa sobre el hiyab —catalizadas por la muerte de Mahsa Amini a manos de la policía de moralidad— sacudieran Irán en 2022, los derechos de la mujer en el país han estado en el punto de mira. La mayoría de los miembros de iglesias en casa en Irán son mujeres, por lo que la realidad de la persecución tiene importantes repercusiones para ellas. Para empezar, al igual que todas las mujeres de Irán, las cristianas también están obligadas a cubrirse la cabeza fuera de casa. Si no lo hacen, pueden ser detenidas por la policía de la moralidad iraní, y ser golpeadas y multadas.
Las mujeres que dirigen iglesias en casa son un objetivo constante del Ministerio de Inteligencia iraní. Hay numerosos informes de redadas de agentes secretos en estas casas, y las líderes pueden sufrir acoso sexual durante el interrogatorio y mientras están en prisión, tanto por su sexo como por su fe.
Además, una mujer cristiana iraní —especialmente si se ha convertido del islam— puede verse obligada a casarse con un hombre musulmán o enfrentarse al divorcio y a la pérdida de sus hijos. Las familias musulmanas pueden someter a arresto domiciliario a las conversas, lejos de cualquier comunidad cristiana. En Irán, las mujeres carecen oficialmente de protección jurídica; por eso, cuando las mujeres cristianas sufren abusos, suelen tener menos opciones legales para huir de una situación peligrosa o encontrar un refugio seguro.
¿Cómo sufren los hombres la persecución?
Los hombres cristianos tienen más probabilidades que las mujeres cristianas de ser detenidos, procesados y condenados por el gobierno de Irán. Además, los hombres pueden ser encarcelados durante muchos años y sufrir abusos físicos y mentales. Dado que los hombres son los principales proveedores de las familias, su encarcelamiento puede producir una devastación económica en las familias cristianas. Los hombres cristianos pueden perder oportunidades de desarrollo profesional y cualquiera que se convierta del islam corre el riesgo de perder su trabajo, la certificación de sus estudios y el acceso a iniciar cualquier tipo de negocio. En ocasiones, los cristianos conversos se ven obligados a huir de sus hogares. Esto significa dejar el país y todo lo que conocen para ser refugiados en un país donde no tienen derechos ni estatus legal para el empleo, la educación, etc.
Conoce a Sanaz
Sanaz (nombre cambiado), un converso en Irán. Septiembre 2023.
«Jesús cambió mi vida, y fui testigo (y aún lo soy) de cómo cambia a la gente. [Por ejemplo,] Vahid era un chico que me maldecía y me causaba muchos problemas. Cuando le dije la sencilla verdad de que Jesús le amaba, dejó de hacerlo. Hoy, Vahid sirve conmigo. Es alentador y una bendición para mí ser testigo de tales transformaciones, en mi vida y en la de los demás. No es fácil, pero merece la pena».
Sanaz
¿Qué hace Puertas Abiertas para ayudar?
Puertas Abiertas moviliza al apoyo en oración para los creyentes en Irán.
Ora por los conversos clandestino del islam en Irán. Ora para que encuentren comunión con otros creyentes y para que Dios los proteja de ser detenidos o encarcelados.
Pide a Dios que cambie el corazón del gobierno iraní, para que permita la libertad de todas las religiones.
¡Alabado sea Dios! porque la iglesia en Irán está creciendo! Pide a Dios que continúe vertiendo su Espíritu sobre los creyentes iraníes.
Padre Celestial, oramos por nuestros hermanos en Irán que arriesgan tanto por seguirte. Nos acordamos de aquellos que están en prisión por su fe; te pedimos que estés con ellos en este momento, dándoles de tu gracia y misericordia. También recordamos a aquellos que se han visto obligados a huir del país; acompáñalos y ayúdalos a comprender que no están solos. Te rogamos que afirmes la valentía de la iglesia clandestina en Irán; agradecemos por su ejemplo y deseamos que puedan aunar la sabiduría con la valentía. En el nombre de Jesús, Amén.