¿Cuántos cristianos hay en Somalia?
De una población de más de 16 millones, se estima que solo hay unos pocos cientos de cristianos en Somalia. Es muy difícil saberlo, ya que deben vivir su fe en secreto.
¿Cómo es la persecución en Somalia?
Los peligros de ser cristiano en Somalia son extremos. La mayoría, si no todos, son conversos de origen musulmán, lo que los convierte en un objetivo de alto valor para al-Shabab, un grupo militante que ha expresado en repetidas ocasiones su deseo de erradicar a los cristianos del país. Si son descubiertos, los creyentes pueden ser asesinados en el acto.
La sociedad somalí es abrumadoramente conservadora, y abandonar el islam se considera en muchos lugares una traición a la cultura y el clan somalíes. Los cristianos conversos se enfrentan a una intensa presión por parte de su familia y la comunidad local, que puede desembocar en acoso, intimidación e incluso la muerte. Incluso ser sospechoso de convertirse del islam al cristianismo puede suponer una amenaza para la vida.
La vida de iglesia en Somalia es inexistente, y en los últimos años los peligros a los que se enfrentan los cristianos parecen haber empeorado, ya que los militantes islámicos han intensificado su caza de líderes cristianos. Los intentos de establecer o reabrir iglesias se han topado con una feroz resistencia.
¿Qué ha cambiado durante este año?
En el último año, Al Shabab ha continuado con sus operaciones a pesar de los esfuerzos del gobierno por recuperar territorios del grupo. Han continuado los atentados suicidas y diversas formas de violencia, así como los ataques contra cristianos. Esto ha llevado a muchos cristianos a huir para salvar sus vidas, y algunos incluso han optado por abandonar el país.
«Vemos por lo que pasó Jesús a pesar de ser Dios. Lo persiguieron; Él soportó todo esto. Cuando recuerdas esto, te motiva a ser fuerte».
Ayesha, una creyente somalí. (Sept 2023)
¿Quiénes son más vulnerables a la persecución?
Ninguna zona es segura para los cristianos en Somalia. Sin embargo, los lugares más peligrosos son las zonas bajo control de Al Shabab, sobre todo en el sur y el suroeste. Incluso en lugares relativamente pacíficos y estables como Puntlandia y Somalilandia, los creyentes no están seguros.
¿Cómo sufren las mujeres la persecución?
La cultura somalí se basa principalmente en los clanes y es casi exclusivamente musulmana. Las mujeres tienen poco margen de maniobra para expresar sus creencias personales. Aquellas sospechosas de convertirse al cristianismo suelen ser humilladas en público, sometidas a estricto arresto domiciliario, maltratadas, secuestradas, casadas a la fuerza con un musulmán o incluso asesinadas. En un caso preocupante del año pasado, una mujer que descubrieron como cristiana fue encerrada en su habitación, donde estuvo atada a la cama durante seis meses hasta que otro creyente la rescató.
La educación suele ser breve para las niñas, y solo el 5% llega a la escuela secundaria. En la escuela, las niñas cristianas pueden ser presionadas para asistir a clases de Duksi islámico y vestir burkas. Las mujeres cristianas también sufren terriblemente cuando sus maridos son encarcelados o asesinados; las viudas suelen ser obligadas a casarse con hombres musulmanes, se les confiscan sus propiedades, y la viuda y sus hijas quedan a merced de la familia del nuevo marido. Muchas son explotadas por sus parientes varones, y sus hijas jóvenes son casadas.
¿Cómo sufren los hombres la persecución?
En Somalia, lo normal es que un hombre se identifique primero como musulmán y luego como somalí. Los hombres son considerados líderes que deben representar la fe islámica. Dentro de esta concepción de la identidad masculina, cualquiera que abandone el islam por otra religión puede ser objeto de palizas, encarcelamiento, amenazas, tortura, secuestro e incluso la muerte. A los sospechosos de conversión se les presiona para que realicen distintas actividades, como dirigir las oraciones en las mezquitas o casarse con más de una esposa, para comprobar cuál es su verdadera lealtad.
Se espera que los muchachos posean y manejen armas, y muchos son secuestrados y adoctrinados por militantes de al-Shabab. Las familias también envían por la fuerza a sus jóvenes, incluidos los conversos, a centros de rehabilitación islámicos para ser entrenados como combatientes de al-Shabab. Para cualquier varón que se exponga como cristiano, los peligros son enormes.
La iglesia clandestina también sufre mucho cuando sus hombres son perseguidos o asesinados, porque otros hombres tienden a adentrarse más en la clandestinidad, lo que provoca crisis de liderazgo.
Conoce a Ayesah
Ayesha, es una cristiana procedente de Somalia, pero que ahora vive en otro país (septiembre de 2023).
«Decidí 100 veces dejar a Jesús y no seguirle; pero no pude hacerlo. Decidí seguirle».
Ayesah
¿Qué hace Puertas Abiertas para ayudar?
Puertas Abiertas apoya a los creyentes somalíes del Cuerno de África mediante la capacitación para el discipulado y la formación para hacer frente a la dura persecución.
Para que los creyentes que lo arriesgan todo por seguir a Jesús tengan fuerza para perseverar en su fe a pesar de los peligros.
Por la protección de los cristianos que corren peligro por parte de militantes islámicos y de sus propias familias y comunidades.
Para que los creyentes aislados tengan oportunidades de confraternizar, y para que se les dé sabiduría y valor para saber cómo vivir su fe.
Querido padre, gracias por la valentía de los creyentes en Somalia. Tú conoces a cada uno por su nombre y conoces su historia. Que sientan el calor y la alegría de Tu presencia. Ayúdalos mientras buscan seguirte, sabiendo los peligros que podrían venir si su fe es descubierta. Anima sus corazones y proporciónales caminos para que se encuentren y compartan con seguridad con otros creyentes. Señor, estamos asombrados de que la gente esté llegando a conocerte en Somalia, ¡y oramos por más! Ablanda los corazones de aquellos que persiguen a tu pueblo, muéstrales que Tú eres el Señor. Clamamos a Ti hoy y te pedimos que sobrenaturalmente protejas y fortalezcas a nuestras hermanas y hermanos en Somalia. Amén.
