Más de 50 000 muertos. Ese es el número de fallecidos que, hasta el momento, ha dejado la que supone una de las mayores catástrofes humanitarias de los últimos tiempos. Muchos aún continúan bajo los escombros de los edificios, y otros no saben qué será de sus vidas. Y la comunidad cristiana también se tambalea.
En la región de Siria afectada por el terremoto vive un buen puñado de creyentes que ya han tenido que enfrentar numerosos desafíos durante los últimos años. Se enfrentaron a los horrores del Estado Islámico, a la incertidumbre de la opresión diaria a la que los sometían sus familias y a los bombardeos de las milicias turcas.
Nuestros colaboradores locales están trabajando para determinar la mejor manera de ayudar. Nuestra red de Centros de Esperanza en Siria ya proporciona un importante apoyo económico y espiritual a los creyentes, y en este momento están trabajando urgentemente para poder apoyar a los afectados.
Tu ayuda contribuirá a que esos Centros de Esperanza continúen brindando apoyo en este difícil momento y a largo plazo. Por ejemplo, con un donativo de 45 € podríamos proporcionar un paquete básico de alimentos, ropa y mantas a un creyente que lucha por sobrevivir en este duro invierno. Pero hay algo que necesitamos que hagas: ora por estos creyentes.
«Sentíamos que la muerte era inminente».
Ibrahim, colaborador local en siria
Todos nuestros colaboradores en Siria y Turquía piden oración urgentemente. «Ora por Siria, por los que están sufriendo por causa del terremoto», indica el padre Fadi, líder de la Iglesia Latina de Latakia, uno de los lugares más afectados por el terremoto.
Por favor, únete en oración con nuestros hermanos en Siria y Turquía que han perdido lo poco que tenían tras esta catástrofe y están tratando de reconstruir sus vidas y buscar el sentido tras este horrible desastre natural.
Si puedes hacerlo, dona.