La persecución se intensifica
Más de 365 millones de cristianos, equivalente a uno de cada siete, sufren altos niveles de persecución por su fe, y la persecución está adoptando una peligrosa inclinación hacia la violencia en los países mencionados en la Lista Mundial
de la Persecución.
Los ataques contra iglesias y propiedades cristianas se dispararon en 2023, ya que más cristianos que nunca sufrieron ataques violentos.
Violencia intensa en el África subsahariana
La inestabilidad política, la guerra y el extremismo han creado una situación peligrosa para los cristianos en el África subsahariana.
En medio de la anarquía, grupos yihadistas como Al Qaeda y Boko Haram han prosperado. Los gobiernos débiles no logran detenerlos, y los militantes atacan impunemente a comunidades e iglesias cristianas.
La mayoría de los cristianos asesinados por su fe en 2023 lo fueron en el África subsahariana. En Nigeria, se produjeron nueve de cada 10 asesinatos por motivos religiosos. También se registraron asesinatos de cristianos en el Congo (RDC), Burkina Faso,
Camerúny la República Centroafricana (RCA).
Además, muchos cristianos se vieron obligados a abandonar sus hogares. De los 34,5 millones de desplazados en toda el África subsahariana, aproximadamente 16,2 millones son cristianos.
Iglesias atacadas
Más de 14 700 iglesias o propiedades cristianas, como escuelas y hospitales, fueron objeto de ataques en 2023. Este número se multiplicó por seis en comparación con los ataques registrados el año anterior.
En China, se cerraron al menos 10 000 iglesias. En India, las propiedades cristianas fueron asaltadas por turbas violentas. En Argelia, donde antes
había 46 iglesias protestantes oficiales, solo cuatro permanecen abiertas y están sometidas a una intensa presión.
Estos ataques generan una enorme presión sobre las comunidades cristianas, propagando el miedo e inseguridad. Aunque los creyentes se reúnen en menor número, enfrentan un liderazgo limitado y carecen de recursos.
Obligados a abandonar sus hogares
En 2023, más del doble de cristianos se vieron forzados a huir de sus hogares en comparación con el año anterior. La inestabilidad política, la guerra, el extremismo y las catástrofes naturales han obligado a los creyentes a abandonar sus hogares
en Oriente Medio y el norte de África.
Los creyentes suelen ser más vulnerables que otras personas desplazadas debido a su fe. En países como Siria, los cristianos son un blanco fácil de la violencia. Los extremistas atacan iglesias y líderes, y
presionan a los cristianos para que abandonen sus hogares.
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