Sus compañeros de clase, los padres de ellos, sus profesores. Todo el entorno de Rumana la margina y acosa por su fe y la de su familia en Jesús.
«No tengo amigos porque soy cristiana», dice con tristeza. Cada día, se burlan de ella y la rechazan. Una vez, la empujaron escaleras abajo. «Los padres y los profesores les dicen a los otros niños que no se juntes con los cristianos».
Esta es la dolorosa realidad de la persecución entre los niños cristianos, que se sienten solos por seguir a Jesús. Pero la extraordinaria fe de Rumana la ha llevado incluso a perdonar a los niños que la marginan.
Puertas Abiertas tiene la visión de proveer refugio, atención postraumática y ayuda de emergencia a niños perseguidos alrededor del mundo, y también educación, para que tengan esperanza y un futuro. Pero, sobre todo, creemos que los niños no deberían estar solos, especialmente ahora que se acerca la Navidad.
Con 80 € podríamos enviar ayuda de emergencia a varios niños cristianos perseguidos, proveyéndoles de medicinas, refugio y otras necesidades básicas.