¿Cuáles son los regalos que quiere un niño de once años en Navidad? ¿Un videojuego? ¿Un cachorro? Quizás alguno prefiera un balón o una cocina de juguete.
Sin embargo, ese no es el deseo de Fakhri, de Irak. Fakhri vive en Erbil desde que su familia huyó de Mosul, tratando de escapar del autoproclamado Estado Islámico, cuando apenas tenía 4 años. Ni siquiera recuerda su vida antes del ISIS.
Sus deseos son los de muchos niños iraquíes. Pero, posiblemente, este año tampoco se hagan realidad.«Oro para que no haya más terroristas, para que podamos vivir en paz».
La atmósfera en la iglesia es pura emoción y alegría. Un grupo de 17 niños, de entre 8 y 12 años, están al frente de una iglesia ortodoxa siria preparándose para cantar algunos villancicos. Algunos tocan el violín. Otros escuchan al padre Zachariah
ensayando con su laúd.
El árbol navideño, el pesebre, las luces parpadeando, la música: parece que es Navidad.
Sin embargo, hay algunos elementos que son menos tradicionales. Las paredes son paneles de aluminio rellenos de espuma, como los de una fábrica o un almacén.
Aunque los niños están en Erbil, nacieron lejos de allí, en un lugar que apenas recuerdan. Al padre Zacarías le duele el corazón cada vez que recuerda Mosul, a 80 kilómetros al oeste. Pero Mosul sigue siendo demasiado peligroso, y hay demasiadas
influencias islámicas radicales allí para volver en este momento. Así que celebrará la Navidad aquí en Erbil, con estos niños y sus familias. Es el séptimo año que celebrarán la Navidad lejos de su hogar.
El coro canta hermosos himnos, con melodías y ritmos únicos, propios del Rito Oriental. Aunque sus canciones no serán familiares para los cristianos de España, hay palabras como «Aleluya» que hacen eco en el corazón de cada cristiano en el mundo.
«Solo queremos vivir como otros niños en el mundo, en amor y paz».
niño cristiano de irak
Los colaboradores locales de Puertas Abiertas han estado involucrados en el apoyo a los niños y sus familias, que se vieron obligados a huir del ISIS desde que llegaron por primera vez a Mosul, primero con ayuda de emergencia y espacios acogedores
para los niños, y más tarde con atención postraumática, educación y ayuda a los padres para iniciar pequeños negocios. Tu apoyo y tus oraciones hacen posible este trabajo.
Puertas Abiertas también apoya a las iglesias en Irak para proporcionar educación cristiana a los niños, a través de una escuela dominical que también funciona durante algunas de las vacaciones escolares. Los niños cantan canciones cristianas y
aprenden el idioma sirio original, un idioma muy parecido al arameo que habló Jesús. También aprenden historias de la Biblia, y tienen el «Club Kitabi», que significa «Mi club de lectura»; allí reciben una Biblia para niños o leen otros libros
de la biblioteca.
Marcos, uno de los niños del coro, dice:
«Deseo poder volver a mi iglesia en Mosul».