Hay alrededor de 7 millones de cristianos en Cuba, más de la mitad de la población en un país de 11,1 millones de personas. Sin embargo, la Iglesia está reprimida y la persecución aumenta.
Desde 1959, el Partido Comunista gobierna Cuba e intenta controlar la Iglesia. El gobierno responde con dureza a cualquiera que se le oponga. Los líderes religiosos y los activistas cristianos que critican al régimen pueden ser interrogados, detenidos y encarcelados. También sufren campañas de difamación, restricciones para viajar y acoso, que puede incluir violencia física y daños a los edificios de las iglesias.
Los familiares de estos líderes también sufren amenazas, como la pérdida de la custodia de sus hijos. El gobierno suele negarse a registrar legalmente nuevas iglesias, por lo que muchas de ellas operan ilegalmente. Estas iglesias son vulnerables a multas, confiscación de propiedades e incluso a ser demolidas.
La crisis humanitaria de Cuba se ha agravado este año, ya que han continuado las protestas masivas contra el régimen represivo del gobierno. Han aumentado las acciones del gobierno contra los disidentes. Han detenido a líderes religiosos y activistas cristianos que denuncian abusos contra los derechos humanos y apoyan a los manifestantes. Estos líderes se enfrentan con frecuencia a la hostilidad y a la detención arbitraria.
«Hay mucho trabajo por hacer y muchos retos por cumplir, ya que estamos bajo constante asedio gubernamental desde que enviamos los recursos hasta que realizamos nuestras actividades. Pedimos oración para que los planes del Señor se sigan cumpliendo en nuestro país y para que Dios nos siga dando fuerzas para que cada día más personas conozcan a Cristo»
—Josué, pastor
Se producen incidentes de persecución contra los cristianos en todo el país. Los puntos más conflictivos son la capital, La Habana, y las provincias orientales de la isla.
En Cuba, las mujeres y niñas cristianas sufren presiones, en parte debido a las lagunas existentes en la legislación sobre violencia doméstica. La violencia doméstica empeoró durante la pandemia de la COVID-19. Aunque un nuevo código de familia ofrece más protección, el creciente índice de feminicidios sigue siendo una grave amenaza para las mujeres y niñas cristianas.
Los hombres cristianos en Cuba a menudo son detenidos y acosados porque tienden a ser líderes que critican al gobierno. Les pueden multar, confiscar su literatura cristiana e, incluso, ser amenazados de muerte. Los líderes de las iglesias en casa (a menudo hombres) denuncian frecuentes visitas de agentes de la seguridad del Estado que amenazan su trabajo y la educación de sus hijos.
Los hombres están obligados a servir en el ejército y, a menudo, los reclutas cristianos son discriminados. Algunos se ven obligados a participar en operaciones militares que van en contra de sus creencias.
Ángela, mujer cristiana de Cuba
«Cuando estoy en el aeropuerto, temo que me interroguen. A un amigo mío lo interrogaron solo por gustarle un artículo de prensa. Gracias a Dios he sido cauta»
ÁNGELA
Los colaboradores locales de Puertas Abiertas fortalecen a la iglesia perseguida en Cuba mediante la distribución de Biblias, proyectos de subsistencia, capacitación bíblica, proyectos de desarrollo de liderazgo, atención y apoyo a niños y familias de pastores, y desarrollo socioeconómico.
Padre celestial, elevamos a los líderes de la Iglesia y a los creyentes cubanos. Rodéalos con tu protección, llénalos con tu fuerza y guíalos con tu sabiduría. Que Tu presencia traiga esperanza y coraje mientras se mantienen firmes en su fe. Amén.