Hay 17,12 millones de cristianos en Camerún de una población de 29,39 millones. Constituyen el 58,2% de la población.
La propagación de la ideología extremista islámica sigue acelerándose, sobre todo en las zonas del norte del país con una gran población musulmana. Esto significa que la conversión del islam al cristianismo es más peligrosa que nunca. En estas zonas de Camerún, los nuevos conversos se ven a menudo obligados a practicar su fe en secreto, y poseer Biblias o cualquier literatura cristiana puede dar lugar a amenazas y agresiones. Revelar su fe en Jesús a los miembros de la familia o de la comunidad pone a los conversos en grave peligro.
La amenaza inminente de Boko Haram y el ISWAP en el extremo norte también es una preocupación constante. Los cristianos de esta parte de Camerún se enfrentan a la posibilidad de secuestros, violencia sexual, desplazamientos forzados y muerte. Además, las actividades eclesiásticas se han visto gravemente perturbadas: muchas iglesias no pueden funcionar debido a los ataques y los desplazamientos, junto con la presión del gobierno.
La inestabilidad política también preocupa a los creyentes porque los hace cada vez más vulnerables. Los continuos combates entre el gobierno y los grupos rebeldes han afectado a la Iglesia, y algunos grupos rebeldes han atacado a los cristianos. Además, la crisis humanitaria en la vecina República Centroafricana (RCA) ha creado un estado de agitación permanente. Muchos cristianos de la República Centroafricana han huido y buscado refugio en Camerún. Esto crea nuevas dificultades para los creyentes entre los refugiados y para los cristianos que ya están en Camerún, ya que tratan de seguir a Jesús a pesar del caos del conflicto en curso.
Camerún sigue siendo un lugar difícil para los cristianos en general. La intensidad de la violencia se ha mantenido en un nivel extremo. La presión en la vida comunitaria y de iglesia es alta, y los cristianos de la región del extremo norte —y de las
regiones vecinas con riesgo de ataques de militantes islámicos— están bajo constante amenaza de violencia. Boko Haram y el ISWAP atacan a cristianos y comunidades cristianas, arrasando pueblos, destruyendo casas e iglesias, secuestrando creyentes y
dejando cadáveres por donde pasan.
La amenaza del extremismo persiste. Los conversos del islam sufren persecución. La corrupción política rampante hace que los cristianos corran el riesgo de sufrir discriminación y abusos si hablan sobre sus creencias.
«Si le obedecía, mi familia sería libre, pero tenía que seguir mi fe y enfrentarme a las dificultades. Oré a Dios y elegí seguirle. No acepté sus exigencias. Como resultado, mi familia tuvo que vivir sin casa propia durante muchos años»
Mike
Los cristianos que viven en lugares donde corren el riesgo de sufrir ataques violentos son los más vulnerables de Camerún. Esto incluye el extremo norte y otras regiones donde hay violencia rebelde. Los conversos del islam pueden sufrir presiones específicas. Además, los cristianos que residen cerca de zonas marcadas por el conflicto entre las fuerzas de seguridad del gobierno y los grupos rebeldes en el suroeste están sometidos a fuertes presiones. Estos desafíos incluyen el mayor riesgo de secuestro, la ocupación de sus iglesias tanto por fuerzas militares como rebeldes, y diversas adversidades adicionales.
En la región del Extremo Norte de Camerún, los cristianos sufren ataques regulares de grupos extremistas como Boko Haram y el Estado Islámico Provincia de África Occidental (ISWAP). Para las mujeres, esto implica ser objeto de secuestro, matrimonio forzado, trabajo esclavo y violencia sexual. Antiguas cautivas nos cuentan que las presionaron para que renunciaran a su fe en Jesús y aceptaran el islam. Incluso hay informes de que se ha obligado a niñas a actuar como terroristas suicidas para Boko Haram. La falta de un gobierno fuerte agrava el problema. El presidente Paul Biya lleva en el poder desde 1982 y, entre acusaciones de corrupción y trabas a los grupos de derechos humanos, además de informes de violencia sexual por parte del ejército y otros grupos armados, grupos militantes como Boko Haram han ganado terreno para atacar a civiles en el extremo norte, siendo los cristianos uno de los principales objetivos.
Además, las mujeres que se acercan a Cristo desde un entorno musulmán o animista se ven presionadas por sus familias y comunidades, que a menudo no permiten que las conversas se reúnan con otros cristianos o vayan a la iglesia. Las solteras corren el riesgo de ser obligadas a casarse con musulmanes, y hay muchos casos de arrestos domiciliarios (confinamiento forzoso) de mujeres y niñas cristianas, sobre todo en la región norte del país. Las cristianas conversas casadas pueden ser obligadas a divorciarse de sus maridos, perder a sus hijos, ser desheredadas e incluso ser desalojadas de su hogar.
En la región del Extremo Norte, los grupos extremistas ISWAP y Boko Haram tienen en su punto de mira a los hombres, especialmente a los líderes religiosos. Grupos armados como éstos han secuestrado, torturado y utilizado a hombres para trabajos forzados, además de reclutarlos a la fuerza en sus filas. Cualquiera de estas injusticias crea un vacío para las familias cristianas cuyo principal proveedor -culturalmente, es el varón- es eliminado, dejando a la familia vulnerable a nuevos ataques.
Además, los hombres cristianos pueden sufrir discriminación y un trato injusto en la esfera pública, sobre todo cuando se oponen a la corrupción laboral o critican al gobierno. Los hombres convertidos al cristianismo también sufren la presión de familiares y miembros de la comunidad que pueden negarles la herencia o rechazarlos.
«La Palabra de Dios es la fuente de mi esperanza y mi fuerza. Boko Haram me quitó la felicidad cuando quemaron mi Biblia».
Rukayyatu
Puertas Abiertas trabaja a través de colaboradores locales para fortalecer a los cristianos perseguidos en Camerún, proporcionando ayuda de emergencia, atención postraumática, proyectos de capacitación económica y atención espiritual a los nuevos creyentes.
Heavenly Father, we pray for our sisters and brothers in Cameroon. They endure so much: violence, instability, government corruption and constant threats. Yet we trust You are with them. Will You please show Your face to your children in Cameroon in a powerful way, and grow their faith? We ask this in Jesus' name, Amen.