La noche del 5 de agosto de 2024 quedará grabada para siempre en la memoria de la familia Sarkar.
Aquella noche en Bangladés Occidental, la familia Sarkar perdió todo lo que poseían y supieron que ya no estaban a salvo en el pueblo donde viven desde hace generaciones. Todo esto por ser seguidores de Cristo.
Eran alrededor de las 9 de la noche. Ya había anochecido cuando Tapon y su familia escucharon gritos y el crujir de cristales rotos. Al salir, se encontraron con una turba de unas 20 o 25 personas armadas que avanzaban hacia su casa. Temiendo por sus vidas, decidieron huir, dejando atrás todo lo que habían conseguido con años de trabajo y esfuerzo.
Los radicales destruyeron todo lo que encontraron a su paso, incluyendo la casa de Tapon. También saquearon su taller que estaba situado en las proximidades de la casa. No quedó nada.
Durante cuatro interminables días, Tapon, su mujer, los tres hijos y su anciano padre permanecieron escondidos fuera del pueblo. Pero los extremistas descubrieron su escondite y les exigieron 100 000 BDT (el taka es la moneda bangladesí; la suma equivale a unos 835 dólares) como rescate. Con la ayuda de otros habitantes del pueblo, Tapon y su familia fueron liberados. Cuando volvieron al pueblo, descubrieron que no quedaba nada de su casa ni del taller.
El 90% de la población de Bangladés es musulmana. La renuncia y salida del poder de la anterior primera ministra en medio de disturbios y protestas desembocó en caos, con semanas de protestas violentas en contra del gobierno. En Daka, la capital, mataron a policías y quemaron las comisarías, y los extremistas islámicos se ensañaron con las minorías religiosas. Por lo general, los cristianos históricos que llevan mucho tiempo profesando la fe cristiana suelen sufrir menos persecución que los nuevos conversos, pero en este caso todos ellos fueron atacados.
Durante varias generaciones, la familia de Tapon ha permanecido firme en su fe cristiana, a pesar de toda la oposición. Este cristiano bangladesí nos cuenta que su padre fue ya fue brutalmente agredido hace años por ser cristiano y todavía sufre las secuelas de este ataque que casi le deja ciego. Aun así, a pesar de ver cómo sufrió su padre por Jesús, la familia no ha flaqueado en su fe. El hermano de Tapon llegó a liderar un ministerio y Tapon y su familia ofrecieron su casa para acoger grupos de oración y del ministerio.
Pero a medida que aumentaba el fervor en contra de los cristianos de la zona, esta fe cristiana inquebrantable de la familia enfureció a los extremistas locales y los líderes islámicos. Así que, cuando el país se resquebrajó el pasado 5 de agosto, estas tensiones estallaron en rabia y violencia contra los cristianos de Bangladés.
«Pedimos oraciones por la seguridad y tranquilidad de otros creyentes que viven con un miedo constante, y algunos que ya no pueden trabajar»
Tapon Sarkar, cristiano perseguido en el oeste de Bangladés
La familia de Tapon todavía sigue recibiendo amenazas. Se les ha negado el acceso al pozo local, la única fuente de agua potable de la zona, y los hijos no pueden ir al colegio porque sería peligroso. La posibilidad de otro ataque está muy presente.
«No podemos borrar de nuestra cabeza los ataques que hemos sufrido», confiesa Tapon. «Pedimos oraciones por la seguridad y tranquilidad de otros creyentes que viven con un miedo constante, y algunos que ya no pueden trabajar».
Inmediatamente después del ataque inicial, los colaboradores locales de Puertas Abiertas acudieron a la zona para ayudarles con diversos tipos de apoyos de urgencia, y desde entonces están constantemente en contacto con la familia. El hermano de Tapon sigue comprometido con su ministerio y confiando en Dios ante toda adversidad.
«Las dos familias están bien a nivel físico, pero mentalmente están frustrados y paralizados por el miedo y la tensión», explica nuestro colaborador local. «Les va a costar recuperar el sentido de la normalidad que tenían antes, pero intentan comprender la realidad de su situación y lo que les ha ocurrido».
«Actualmente estamos apoyando a Tapon con la reparación de su casa y taller, para que pueda retomar su trabajo y vivir tranquilo y seguro», nos cuenta nuestro colaborador. «Hemos calculado las medidas y los materiales necesarios para empezar el proceso de la reconstrucción cuanto antes».
Señor, gracias por la fe de Tapon y de todas las familias que llevan generaciones viviendo para ti en Bangladés. Te pido que les sigas protegiendo y que les llene de paz saber que no están solos en la persecución. Acompaña también a todos los conversos, fortalece su fe y hazles llegar toda la ayuda que puedan necesitar a nivel físico y espiritual. Bendice para ello al hermano de Tapon y a todos los líderes cristianos del país. Y por favor, Señor, calma el clima político tan convulso. En el nombre de Jesús, amén.