A Rafif le encanta la Navidad: adorna el árbol, intercambia regalos y disfruta de este maravilloso tiempo en familia. Sin embargo, hay alguien que falta en la mesa de Rafif. Siempre ha faltado. Antes de que ella naciera, su padre murió en un ataque dirigido
contra los cristianos. «Cuando oigo a mis amigos hablar y decir “Mi padre hizo esto conmigo, mi padre trajo aquello”, le pregunto a Dios: “¿Por qué te llevaste a mi padre? ¿Por qué hiciste esto?”» A pesar de que Rafif no pueda compartir una comida navideña
con su padre este año, tiene una pequeña esperanza que le reconforta y fortalece: ahora Rafif conoce a Jesús.