En Filipenses 4:6, Pablo escribe: “por nada estéis afanosos.” La realidad es que vivimos tiempos difíciles. Conforme se acerca el final de 2020 nos damos cuenta de que este no será un año cualquiera en nuestras vidas.
Y, mientras 2021 se acerca, nos van surgiendo preguntas: ¿Qué pasará con el virus? ¿Cómo se resentirá la economía? ¿Cómo me afectará eso a mi y a los que amo?
Seguro que te vienen a la mente muchas otras cuestiones en este momento. Es normal y lógico. Pero no permitas que esas ideas hagan morada en ti. Es cierto que vivimos tiempos inciertos, pero hay una verdad que siempre prevalece: Dios, nuestro Padre, está al control.