Cuando el padre de Raef descubrió su Biblia, el joven se dio cuenta de que su vida corría peligro.
«Un día, mientras mi mujer y yo estábamos fuera de casa, mi padre entró en nuestra habitación y encontró la Biblia. Entonces nos interrogó y se enteró de nuestra nueva fe en Jesús».
«Nos acusó de engaño, nos llamó infieles y dijo, lleno de furia, que debíamos ser asesinados. También amenazó con hacernos daño si nos quedábamos en el pueblo. Con muchísimo miedo, nos fuimos a toda prisa de nuestra casa, dejándolo todo atrás».
Puede resultar difícil comprender la realidad en la que viven los cristianos clandestinos.
En lugares como Egipto, donde residen Raef y Sawson, cualquiera que se convierta del islam corre un grave peligro. Debido a esto, muchos conversos llevan una doble vida y hay muchas historias secretas de cristianos clandestinos, como esta.
«Sois unos infieles, ambos deberíais ser asesinados»
Algunos permanecen ocultos incluso de organizaciones como Puertas Abiertas, mientras que otros se atreven a dar su testimonio desde el anonimato; no necesariamente por miedo, sino porque siguen firmes en el propósito por el cual creen que Dios los ha llamado.
Por eso es importante que escuchemos historias como la de Raef.
«Mi esposa y yo vivíamos en la casa de mis padres», nos cuenta. «Yo trabajaba como taxista para mantener a mi familia. El taxi era de mi padre, quien era imán (líder religioso del islam) y un musulmán fanático que odiaba a los cristianos».
Cuando el hermano de Sawson se convirtió al cristianismo y les compartió su testimonio, ella y Raef conocieron a Jesús y también lo aceptaron como su salvador.
Su vida siguió con normalidad durante unos tres años.
«Nos unimos a una iglesia en casa y nos embarcamos en un viaje de crecimiento y transformación. Empezamos a comprender la importancia de tener una relación íntima con Dios. Pero las cosas empeoraron cuando mi padre se dio cuenta de que había dejado de ir a la mezquita frecuentemente, como solía hacer antes».
Fue entonces cuando el padre de Raef descubrió la fe de la pareja y les exigió que abandonaran su hogar y su pueblo.
Raef perdió su trabajo, la única fuente de ingresos de la familia, y su casa, lo que le sumió en un estado de depresión. En medio de sus dificultades diarias, él y Sawson se sentían perdidos, incapaces de encontrar esperanza o paz, e incluso empezaron a cuestionar su decisión de seguir a Jesús.
En ese momento, conocieron a los colaboradores locales de Puertas Abiertas, cuyo apoyo les devolvió la esperanza.
«Nos enfrentamos a muchas dificultades espirituales, psicológicas y económicas», reconoce Raef. «Sin embargo, este ministerio nos salvó y nos dio apoyo en todos los aspectos. Nos ayudaron a encontrar una vivienda e incluso me proporcionaron los medios para adquirir un vehículo, lo cual me permitió transportar mercancías y recuperar dinero para mantener a mi familia. No sólo eso, sino que también nos ofrecieron apoyo psicológico mediante atención postraumática y fomentaron nuestro crecimiento espiritual a través de un grupo de discipulado. Descubrimos una comunidad segura y acogedora que nos acompañó en nuestro viaje».
A pesar de las dificultades a las que se enfrentan, Raef y Sawson se han dado cuenta de que Dios nunca abandona a aquellos que confían en Él y han comprendido el peso de las palabras de Jesús en Mateo 28:20: «Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo».
«Fortalecisteis nuestro crecimiento espiritual»
No obstante, aunque han encontrado esta esperanza, la pareja aún tiene que vivir con cuidado y con muchas limitaciones, pues al ser conversos del islam viviendo en un contexto musulmán, son vulnerables a presiones y persecuciones.
Su mayor reto es la necesidad de vivir una doble identidad: cristianos en casa y musulmanes en público. Si se fe cristiana vuelve a ser descubierta, las amenazas podrían volver.
Estos dos cristianos egipcios clandestinos necesitan que la Iglesia mundial ore para que puedan crecer en la fe sin miedo ni dudas, y afrontar sus luchas diarias con la ayuda y la guía de Dios. Que Él guíe sus palabras y sus acciones mientras se enfrentan a los desafíos de vivir una doble identidad. Que les proporcione fuerza y claridad a lo largo de su viaje.
También nos unimos en pedirle a Dios que esté con cada cristiano clandestino en Egipto, para que puedan seguir su llamado y vivir abiertamente para Él con sabiduría y coraje.
Te invitamos a orar para que Dios los proteja, para que les de fuerza, para que sepan que pertenecen a una familia mundial que los escucha, y que les traiga perseverancia y esperanza mientras siguen a Jesús.
*Nombres ficticios e imágenes representativas utilizados por motivos de seguridad.