La pequeña Jenny estaba destinada a la pobreza y persecución, tanto en su comunidad de Filipinas como en su colegio.
Hasta que tu apoyo la inspiró y capacitó para marcar la diferencia. Ahora, esta cristiana de 12 años sueña con convertirse en profesora o líder de jóvenes gracias a la esperanza que le has regalado a través de una mejor educación.