Los nuevos sistemas de vigilancia y la desorbitada subida de precios están coartando la libertad de la población y aumentando su crisis alimentaria.
Este aumento de la persecución digital a través de las nuevas medidas de seguridad está dificultando cada vez más que los norcoreanos huyan del régimen autoritario y que muchas organizaciones les ayuden desde otras regiones fuera del país.
«Pedimos oración para que Dios ayude a los cristianos norcoreanos a cruzar la frontera hasta China y llegar hasta nuestros refugios sin que nadie los vea», nos transmite un hermano chino.