En estos últimos tres años, decenas de trabajadores cristianos extranjeros recibieron órdenes de deportación o prohibiciones de viaje y la «situación ha supuesto un enorme problema humanitario» para ellos, sus cónyuges e hijos, dijo la Asociación de Iglesias Protestantes en su informe 2021 sobre violaciones de los derechos humanos. «Que alguien de una familia reciba una prohibición de entrada inesperada, rompe la unidad familiar y deja a todos los miembros de la familia ante una situación caótica», señaló. Muchos de ellos han sido expulsados acusados de ser una amenaza para la seguridad nacional.
Aunque muchas iglesias de Turquía están dirigidas por cristianos locales, sigue siendo necesario contar con trabajadores extranjeros, ya que la formación del personal religioso local, así como la impartición de educación religiosa, es imposible en virtud de las leyes vigentes.
Los cristianos protestantes en Turquía también luchan con el registro legal y para encontrar un lugar para sus reuniones, dijo el informe. «En 2021, siguieron surgiendo problemas en relación con las solicitudes para establecer un lugar de culto, para seguir utilizando una instalación para el culto, o con las solicitudes para utilizar edificios eclesiásticos ya existentes», señaló.
De las 186 iglesias que pertenecen a la Asociación de Iglesias Protestantes, 10 se reúnen en edificios eclesiásticos, mientras que el resto se ve obligado a alquilar diversas propiedades.
«En Turquía, el islam está totalmente mezclado con el nacionalismo feroz».
Michael Bosch
El Comité de Derechos Humanos de la ONU planteó al gobierno turco en agosto del año pasado su preocupación por las deportaciones y la falta de lugares de culto. Mientras tanto, cuatro expatriados cristianos expulsados de Turquía han llevado su caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Como en muchos otros países, la desinformación en línea y la incitación a la violencia es un problema también para los cristianos en Turquía. En 2021 se produjo un aumento del «discurso de odio basado únicamente en la fe, así como... con el propósito de provocar el odio en la opinión pública, tanto escrito como verbal», según el informe de la Asociación de Iglesias Protestantes.
El gobierno utiliza las plataformas digitales para «dar una falsa percepción de que hay un creciente movimiento fundamentalista en Turquía, pero es todo lo contrario», dijo a Al-Monitor Gokhan Ozbek, periodista y productor del canal de Youtube 23 Degree Independent.
La presión media sobre los cristianos en Turquía ha aumentado en los últimos años, según los investigadores de Puertas Abiertas. «En Turquía, el islam está totalmente mezclado con el nacionalismo feroz», dijo Michael Bosch, analista de persecución de Puertas Abiertas. «La desconfianza general de la sociedad hacia los cristianos es alta. En un hecho reciente y preocupante, las agencias de inteligencia turcas han empezado incluso a reclutar informantes entre la comunidad protestante turca».
Turquía, como miembro de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, ha suscrito una serie de compromisos políticos sobre la libertad de religión y de creencias. Y el Tratado de Lausana (1923) garantiza la protección de las minorías no musulmanas en Turquía. A pesar de estos y otros tratados fundamentales de derechos humanos de los que el país es parte, «los problemas de libertad de religión o de creencias que existen en Turquía desde hace mucho tiempo siguen sin resolverse», afirmó la Iniciativa de Libertad de Creencias del Comité Noruego de Helsinki en un informe reciente.
Señor, te pido por los creyentes que han recibido órdenes de deportación de Turquía, para que puedan percibir tu voluntad y seguir bajo tu dirección. Te ruego que la situación no sirva para que la iglesia se calle, sino, por el contrario, que Tú levantes más evangelistas y misioneros en este país. Amén.