Los 10 países más peligrosos para ser cristiano

9. Irán

En Irán, la comunidad cristiana está dividida entre los que son constitucionalmente reconocidos y los cristianos no reconocidos.

Los conversos del islam al cristianismo no reconocidos de manera oficial sufren graves transgresiones de la libertad religiosa, principalmente por parte del Gobierno y, en menor medida, por la sociedad y sus familias. Los dirigentes del país ven a estos conversos como una amenaza, ya que creen que están influenciados por los países occidentales para derrocar el islam y su régimen.

Tanto los líderes cristianos como los miembros de los grupos son frecuentemente detenidos, procesados y sentenciados con largas condenas de prisión por «crímenes contra la seguridad nacional».

Las comunidades históricamente reconocidas, como los cristianos armenios y asirios, están protegidos por el Estado, pero son tratados como ciudadanos de segunda clase. Son objeto de muchas disposiciones legales discriminatorias y no se les permite celebrar cultos en persa ni interactuar con los cristianos conversos. Quienes apoyan a los conversos también pueden enfrentar penas de cárcel.

Es posible que creas que los cristianos en Irán están sumidos en la desesperación. Pero la Iglesia clandestina camina con valentía junto a Jesús sin importar lo que cueste. «En Irán, el Gobierno ve nuestra fe como una amenaza», declara Fatemeh*, un creyente clandestino de Irán. «Vivimos bajo vigilancia constante y enfrentamos distintos tipos de presión. Mantener nuestra fe en estas condiciones tan hostiles es una lucha diaria. Pero ¡Dios es bueno!».

Ora por los cristianos iraníes como Fatemeh que tienen que adorar a Dios en la sombra, para que Él los proteja y les recuerde que siempre está con ellos.

8. Pakistán

Las conocidas leyes contra la blasfemia de Pakistán se usan a menudo para señalar grupos minoritarios, pero los cristianos se ven afectados de forma desproporcionada. De hecho, aproximadamente un cuarto de todas las acusaciones por blasfemia recae sobre ellos, aun representando tan solo al 1,8 por ciento de la población. Las leyes contra la blasfemia implican una sentencia de muerte. A pesar de que esto ocurre pocas veces, las personas acusadas de blasfemia son vulnerables a los ataques e incluso al asesinato por parte de las turbas enfadadas. En junio de 2024, un anciano fue asesinado por una multitud violenta tras haber sido acusado de profanar el Corán. Los ataques contra las casas y edificios cristianos de 2023 en la ciudad de Jaranwala han contribuido a crear un clima de temor. Las iglesias históricas tienen cierta libertad para celebrar sus cultos y llevar a cabo otras actividades; sin embargo, son estrechamente vigiladas y han sido objetivo de atentados con bombas.

El número de niñas cristianas (y de otras minorías religiosas) secuestradas, abusadas y convertidas a la fuerza al islam (frecuentemente respaldados por un tribunal inferior) está aumentando. Y las iglesias que se involucran en actividades de divulgación son proclives a la oposición. Todos los cristianos sufren discriminación institucional. Los puestos de trabajo considerados como bajos, sucios y degradantes (como la limpieza de alcantarillas o en hornos de ladrillos) son reservados para los cristianos por las autoridades. Muchos son conocidos como chura, un término peyorativo que significa «sucio». Los cristianos también son vulnerables de ser retenidos para realizar trabajos forzosos.

Incluso en medio de estas pruebas, el pueblo de Dios vive siendo sal y luz. «Estamos en una guerra espiritual», dice Rashid*, un creyente pakistaní. «Así que reflejaremos a Jesús incluso a nuestros enemigos. Les demostraremos que nuestra fe es más fuerte que su odio».

¿Tienes un momento para orar por la fe valiente de los cristianos en Pakistán que viven diariamente bajo presión y amenazas?

7. Nigeria

La violencia yihadista sigue aumentando en Nigeria, y los cristianos están especialmente en riesgo de sufrir ataques perpetrados por los extremistas islámicos, incluyendo los soldados Fulani, Boko Haram y el ISWAP (Estado Islámico del África Occidental). Dichos ataques han aumentado bajo el papel del anterior presidente, Muhammadu Buhari, posicionando a Nigeria en el epicentro de la violencia dirigida contra la Iglesia. El fallo del gobierno en la protección de los cristianos y en la condena de los perpetradores solo ha conseguido aumentar la fuerza la influencia de estos extremistas.

A pesar de que los cristianos suelen ser vulnerables solo en los Estados mayoritariamente musulmanes del norte, la violencia ha ido extendiéndose hacia el Cinturón Medio e incluso más allá del sur. Los ataques son espantosamente brutales. Muchos creyentes son asesinados, especialmente los hombres, mientras que las mujeres son frecuentemente secuestradas y víctimas de violencia sexual. Una vez más, Nigeria es el lugar donde más creyentes son asesinados en comparación con cualquier otra parte del mundo. Los extremistas también destruyen hogares, iglesias y recursos. Más de 16,2 millones de cristianos en África Subsahariana, incluyendo las altas cifras de Nigeria, han sido desplazados a la fuerza de sus hogares por causa de la violencia y el conflicto. Millones de ellos viven ahora en campamentos para desplazados internos.

Los cristianos que viven en los Estados del Norte nigeriano bajo la Sharia (la ley islámica) también sufren discriminación y opresión como ciudadanos de segunda clase. Los conversos del islam a menudo sufren rechazo por parte de sus propias familias y son presionados para que renuncien a su nueva fe. Muchas veces tienen que huir de sus hogares por miedo a ser asesinados.

Nigeria puede ser un lugar de muerte para seguir a Jesús. Y, aun así, la Iglesia nigeriana es resiliente y continúa sirviendo a Dios en circunstancias que serían impensables para muchos de nosotros. «Adoraremos a Dios porque Él ha preservado nuestras vidas…», nos comparte Abraham, un creyente nigeriano desde un campamento de desplazados. «Todavía tengo a Dios y Él todavía está en el trono. Estoy seguro de que Él cumplirá Su promesa». Semejante fe debería inspirarnos y ponernos de rodillas en acción de gracias y oración.

6. Eritrea

El panorama de la persecución en Eritrea es complejo. En lo que a la religión se refiere, el Gobierno solo reconoce la Iglesia ortodoxa eritrea (IOE), católica y luterana, y el islam. Los conversos del islam o de la ortodoxia al protestantismo se arriesgan a sufrir un grave maltrato por parte de las familias y de las comunidades. Las iglesias no tradicionales sufren las mayores transgresiones tanto del Gobierno como de la Iglesia ortodoxa eritrea. Durante muchos años, las fuerzas de seguridad del Gobierno han llevado a cabo redadas de casa en casa, arrestando a miles de cristianos. En Eritrea, la vida diaria es duramente controlada a través de un constante escrutinio de las llamadas telefónicas y del uso de Internet.

Eritrea es a menudo conocida como la «Corea del Norte de África» debido al extremo control del Estado. Los cristianos, especialmente aquellos no reconocidos por el Gobierno, son los que más sufren. La presión extrema, la violencia aprobada por los líderes políticos y el reclutamiento forzoso están obligando a algunos cristianos a abandonar el país. La conscripción obliga a los jóvenes cristianos al servicio militar indefinido sin derecho a la objeción de conciencia.

Todos estos factores pueden tener un impacto aterrador para la Iglesia de Eritrea y su capacidad para ser luz. Pero la fe valiente siempre está lista para ser puesta en práctica. «Vivimos con el miedo de quién será el siguiente arrestado», comparte Paulos*, un cristiano de Eritrea. «¿Será otro hermano en Cristo? ¿Seré yo? Pero debemos seguir caminando con Dios»

Por favor, ora por los cristianos que saben que pueden ser arrestados en cualquier momento, para que Dios los conforte y les dé paz.

5. Sudán

Sudán estaba en el camino hacia la libertad religiosa, pero el golpe y la guerra devastadora acabaron con estas esperanzas. Sudán subió tres puestos en la Lista Mundial de la Persecución de este año, y los cristianos están en peligro una vez más.

Después de un año y medio de guerra, Sudán es ahora el lugar de mayor desplazamiento y crisis de hambre del mundo, con cerca de 9 millones de personas obligadas a abandonar sus hogares. Ninguna de las partes simpatiza con los cristianos, y el conflicto solo ha dado más oportunidades a los extremistas islámicos para apuntar a ellos. Más de 100 iglesias han sido atacadas hasta la fecha, y los cristianos han sido secuestrados y asesinados. Nuestros hermanos sudaneses que han llegado a la fe desde un entorno musulmán sufren severas reacciones violentas de sus familias y comunidades. Estos creyentes tienden a mantener su fe en secreto, incluso frente a sus propios hijos.

Los cristianos también están experimentando una enorme marginación debido a la crisis de hambre, ya que las comunidades locales los discriminan y no les dan ningún apoyo. La mayor parte de la Iglesia de Sudán que podría estas colaborando en la distribución de las ayudas ha tenido que darse a la fuga.

Es imposible exagerar en cuanto a lo difícil que es la vida para los creyentes sudaneses. «Hay muchas enfermedades, caemos enfermos, necesitamos medicinas para nosotros y para nuestros hijos. Enfrentamos muchos desafíos», declara Alia*, una cristiana desplazada que vive en un campamento en el sur de Sudán. «Oro para que Dios me escuche, y para que vea mis lágrimas por esta situación y por la guerra».

Sabemos que adoramos a un Dios que escucha nuestras oraciones (1 Juan 5:14). Pide a Dios que le muestre a su pueblo en Sudán un destello de la realidad de que Él es quien reina, y de que su reino no tendrá fin.

4. Libia

Seguir a Jesús en Libia supone un riesgo enorme para cualquiera. Los cristianos libios con antecedentes musulmanes sufren la presión violenta de sus familias y comunidades para que renuncien a su fe. Los cristianos extranjeros, especialmente los provenientes de África Subsahariana, están en el punto de mira de los extremistas islámicos y los grupos criminales. Estos grupos secuestran y a veces asesinan brutalmente a los cristianos. Incluso si consiguen escapar de semejante destino, los cristianos subsaharianos sufren abusos y amenazas por parte de los radicales musulmanes.

Los cristianos que expresan abiertamente su fe o que tratan de compartirla con otros se arriesgan a ser arrestados o a ser víctimas de una violenta oposición. La falta de un Gobierno central que refuerce las leyes hace que la situación sea incluso más precaria.

Puede ser difícil ver a Dios obrando en un lugar como Libia. Aun así, servimos a un Dios que preserva a Su pueblo de los asesinatos masivos (Mateo 2:16-18), de las encarcelaciones (Hechos 8:3) y del exilio (Apocalipsis 1:9), el mismo Rey que ha prometido que las puertas del Hades no prevalecerán frente a Su pueblo (Mateo 16:18). Ora por estas promesas para tus hermanos en Libia.

3. Yemen

Destruida por la guerra civil, la vida es muy dura para todos en Yemen, y mucho más para los cristianos.

El país se encuentra dividido en un territorio gobernado por tres poderes diferentes, así como algunas zonas controladas por Al- Qaeda y el llamado Estado Islámico. Ninguno de los implicados en el poder simpatiza con los cristianos, y la constitución oficial apoya la Sharía (la ley islámica) y la no libertad de religión. El 1% de los yemeníes pertenecientes a las religiones minoritarias son gravemente marginados. Las ayudas se distribuyen mayoritariamente entre los grupos locales musulmanes y las mezquitas que presuntamente discriminan a cualquiera que no sea considerado un musulmán devoto.

Si alguien es acusado de ser cristiano o de estar implicado en actividades cristianas, puede ser severamente vigilado, sufrir detenciones arbitrarias, tortura, maltrato e incluso el asesinato. En las zonas controladas por los hutíes, es muy peligroso estar en posesión de biblias u otros libros cristianos. Dejar el islam por seguir a Jesús está considerado como una gran traición a tu tribu original, por lo que el castigo por parte de la comunidad puede incluir ser repudiado, desheredado, el divorcio y la perdida de la custodia de los hijos, ser desterrado e incluso asesinado.

La persecución ha ido aumentando conforme los hutíes han ido ganando más poder. Al menos un cristiano yemení has sido asesinado por causa de su fe y docenas de iglesias en casas ya no pueden seguir reuniéndose. Es algo especialmente peligroso en las zonas controladas por los grupos extremistas islámicos. Muchos han huido del país.

Pero los yemeníes desilusionados con el islam están en búsqueda de la verdad y descubriendo a Cristo a través de conversaciones online con cristianos clandestinos. Los cristianos arriesgan sus vidas por compartir su fe y vivir de acuerdo con el Evangelio en Yemen. «Sinceramente, me siento reconfortada y animada cuando veo que la Iglesia en Yemen, a pesar de hacerlo en secreto, ¡está creciendo!», dice Zahra*, una creyente yemení. «Sí, es difícil, especialmente cuando otros yemeníes no confiesan que son cristianos dentro del país. Sin embargo, soñamos con Dios y sabemos que hay verdaderos cristianos viviendo para el Señor en nuestro país».

Pide a Dios que, de forma sobrenatural, haga este sueño realidad y que preserve a Su pueblo en Yemen.

2. Somalia

Seguir a Jesús en Somalia es cuestión de vida o muerte. Al-Shabab es un grupo de militantes violentos que está en guerra con el Gobierno y controla las mayores franjas del país. Este grupo extremista refuerza una forma estricta de la Sharia (la ley islámica) y está decidido a erradicar el cristianismo en Somalia. A menudo asesinan a cristianos somalíes en el acto. Los peligros han aumentado a lo largo de los años, conforme los militantes se han ido enfocando en localizar y eliminar a los líderes cristianos.

Pero la persecución para los cristianos también proviene de sus propias familias y comunidades. La cultura en sí misma es muy conservadora en cuanto a la religión. Ser musulmán supone gran parte de la identidad somalí, y rechazarlo es considerado como una gran traición que afecta a toda la familia.

Incluso la simple sospecha de que hayas podido convertirte del islam al cristianismo puede poner tu vida en un serio peligro frente a tu propia comunidad. Podrías sufrir arresto domiciliario, matrimonio forzoso, ser obligado a ritos islámicos e incluso recibir amenazas contra tu vida. Estos factores hacen de Somalia uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser cristiano.

Ora por los cristianos que viven hoy en Somalia, sabiendo que si son descubiertos pueden ser asesinados. Ora por sabiduría y fortaleza para ellos, y pide a Dios que puedan experimentar el Shalom de Cristo, incluso cuando sufren una presión interminable.

1. Corea del Norte

Al igual que durante aproximadamente 30 años, Corea del Norte ocupa el puesto número 1 de la Lista Mundial de la Persecución 2025. Si se descubre tu fe cristiana en Corea del Norte, puedes ser asesinado en el acto. Si no te matan, serás deportado a un campo de trabajo y considerado como un criminal político. Serás condenado a años de duro trabajo a los que solo unos pocos sobreviven. Y no solo tú serás castigado: las autoridades norcoreanas intentarán localizar a toda tu familia y los castigarán también, incluso aunque no sean cristianos.

No existe vida de iglesia en Corea del Norte. Es imposible congregarse para adorar u orar, e incluso los cultos clandestinos ponen a los cristianos en un gran riesgo. Los espías oficiales pueden informar sobre ti, y si no encuentran ningún indicativo de que seas cristiano, tus vecinos y profesores podrían hacerlo también.

Reconocer cualquier deidad que no sea la familia Kim se considera una amenaza para los líderes del país. «La ley contra el pensamiento reaccionario» fue promulgada en diciembre de 2020. Esto deja aún más claro que ser cristiano o poseer una Biblia supone un delito grave y será severamente castigado. Aunque existe un puñado de iglesias para los visitantes en la capital, únicamente sirven a los propósitos de propaganda y no son indicativo de libertad religiosa en el país.

Incluso los ciudadanos norcoreanos que han escapado del país no están a salvo. Los refugiados en otros países, especialmente en China, corren el riesgo de ser localizados y enviados de vuelta para sufrir estos espantosos castigos. Los espías chinos trabajan con las autoridades norcoreanas para deportar a los refugiados, incluidos los cristianos. Si se descubre que un norcoreano se ha convertido en cristiano o que ha escuchado el Evangelio o está en contacto con otros cristianos, será señalado para ser severamente castigado.

Milagrosamente, Puertas Abiertas estima que hay 400 000 cristianos en Corea del Norte y que todos ellos siguen a Jesús en secreto. Conocen los riesgos, pero continúan viviendo para Cristo. «Sé el riego que implica», dice Joo Min* «Si me descubren, podría acabar en un campo de trabajo, pagando un alto precio porque ahora soy cristiana».

Ora por el pueblo de Dios en Corea del Norte. Ora por los cerca de 50 000 cristianos que actualmente se encuentran en los campos de trabajo, para que no pierdan la esperanza de que Dios puede hacer un cambio. Pide a Dios que proteja y fortalezca a los norcoreanos que se aferran a Sus promesas.

Gracias por leer hasta aquí la situación de nuestros hermanos perseguidos en estos 10 países con altos índices de persecución y discriminación.

Descubre en este enlace el mapa completo con los 50 países más peligrosos del mundo para los cristianos en la actualidad.