El pastor protestante Lorenzo Rosales Fajardo, de la Iglesia del Monte de Sión, en Palma Sariano, compareció ante el tribunal en diciembre acusado de «falta de respeto», «agresión», «incitación criminal» y «desorden público».
Su familia se enteró del veredicto sólo después de que se comunicara en una carta del gobierno cubano a la Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas, el 1 de marzo, en respuesta a una solicitud de información sobre el pastor por parte de cinco funcionarios de derechos humanos de la ONU.
Entre las alegaciones que pretenden justificar la detención del pastor, el gobierno afirma en su carta que el 11 de julio de 2021, Fajardo participó en un ataque violento contra «agentes de la ley e intentó entrar por la fuerza en la sede municipal del Partido Comunista de Cuba en Palma Soriano», hiriendo a siete funcionarios y a un civil.
El grupo de defensa de la libertad religiosa CSW, calificó las acusaciones de infundadas. «Las imágenes en directo y las fotografías muestran a agentes de policía armados y a miembros de la fuerza paramilitar Boina Negra atacando a manifestantes pacíficos y desarmados en medio de la calle.
Al igual que muchos líderes religiosos, el pastor Fajardo se unió a las protestas pacíficas de todo el país en las que miles de personas pedían democracia y reformas económicas.
«No sé si podré soportar tanta injusticia y tantas mentiras».
Maridilegnis Carballo
Las repercusiones fueron inmediatas y violentas. La policía y los servicios de seguridad golpearon a los manifestantes y detuvieron a cientos de personas, entre ellas muchos pastores.
La esposa de Fajardo, Maridilegnis Carballo, se enteró de la sentencia y de la carta sólo después de haberla enviado a la representación del país en Ginebra. «No sé si podré soportar tanta injusticia y tantas mentiras», dijo a CSW. «Qué doloroso es ver la vergonzosa condición del gobierno de esta nación».
La sentencia inicial de prisión mencionada en la carta a la Misión de Ginebra era de ocho años, pero el gobierno cubano se puso en contacto posteriormente con la familia de Fajardo para confirmar la sentencia reducida a siete años.
Después de una década de ausencia, Cuba regresó este año a la lista de Puertas Abiertas de los 50 países donde es más difícil vivir como cristiano.
El reingreso en el número 37 se debió, sobre todo, a que «el régimen dictatorial intensificó su acción contra todos los líderes y activistas cristianos que se oponen a los principios comunistas, especialmente después de las manifestaciones generalizadas que se produjeron en julio de 2021», dijeron los analistas de Puertas Abiertas.
Señor, te doy gracias por el ejemplo del pastor Rosales. Te ruego que guardes su fe y la de su familia en estos momentos difíciles. Oro para que Él sea un testimonio vivo de ti, y también para que estos sucesos no supongan que la iglesia en Cuba se amedrente. Amén.