Noticias 01 septiembre 2015

La guerra criminal contra la Iglesia colombiana

Las bandas criminales y grupos armados ilegales en Colombia atacan a la Iglesia de varias maneras. Una forma cruel de persecución es el reclutamiento de niños y adolescentes. Los hijos de los pastores y líderes cristianos a menudo son blanco de este tipo de persecución. Para apoyar a los niños en riesgo, Puertas Abiertas les proporciona un refugio seguro.

 

 

La guerra criminal contra la Iglesia colombiana

Bandas criminales y otros grupos armados ilegales están atacando a la iglesia colombiana en varias zonas del país. Debido a su continua necesidad de obtener nuevos combatientes, estos grupos "reclutan" a niños, ya sea haciéndoles grandes promesas o por la fuerza. La próxima generación de la Iglesia colombiana está seriamente amenazada por este reinado de terror de los grupos locales. Para infundir miedo en las comunidades cristianas que se les resisten, dirigen sus ataques específicamente a los hijos de los pastores.

La mayoría de la gente es consciente de la guerra civil existente entre el gobierno central colombiano y las FARC. Es mucho menos conocido por el mundo exterior que muchos otros grupos han tomado el poder en otras áreas de Colombia. La mayoría de grupos necesitan dos cosas para sobrevivir y crecer: el tráfico de drogas y nuevos reclutas. Lo que menos necesitan es que haya cristianos hablando públicamente contra ellos sólo porque tienen diferentes normas morales.

Oscar y su hermana Cristina creció en una ciudad donde los guerrilleros se volvieron "amigos" de los niños antes de alejarlos de su familia. Oscar recuerda muy bien cómo actuaban los guerrilleros y lo buenos que aparentaban ser. Desde su infancia, los guerrilleros estaban siempre cerca, jugando con él y con otros niños. "Un día, un guerrillero me dijo que nos pagarían 30 dólares al mes, si quisiéramos ir con ellos", recuerda Oscar.

Oscar sintió que algo andaba mal. No había forma de que ese guerrillero cumpliese lo que prometía. Además, su padre le había advertido a Cristina y a él acerca de los peligros de ser un guerrillero. No era una vida de lujo y de paz, sino de pobreza, peligro y abusos. Oscar y Cristina fueron lo suficientemente inteligentes como para rechazar la oferta.

Sillas vacías

No todos son tan afortunados. De acuerdo con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, más de 7.000 niños se han convertido en víctimas del reclutamiento en los últimos dos años y medio. Otras fuentes mencionan cifras aún mayores. Hay muchos niños cristianos entre los reclutados. Algunos fueron seducidos por las promesas de una vida mejor; otros fueron simplemente raptados y nunca más volvieron. Muchas mesas de aulas y mesas de comedor tienen sillas vacías, un recordatorio visible de los niños desaparecidos.

Las escuelas tampoco son un lugar seguro. Los padres de Jairo, de 16 años de edad, decidieron mantenerlo en casa. "Mi padre es un pastor y yo siempre tuve miedo de ser secuestrados", dice. "Mi padre me llevaba a la escuela todos los días, pero luego decidió que era más seguro que me quedase en casa".

Oscar, Cristina, Jairo, y docenas de niños más ahora viven en el Centro Puertas Abiertas en Colombia. Echan de menos a sus padres, pero al menos están a salvo de las manos de los rebeldes y están recibiendo una educación sólida. Hay devocionales diarios y también otras actividades cristianas.

El reto de recuperar a su hijo

Si tu hijo es secuestrado y sabes quiénes son los secuestradores, ¿qué harías? Muchos pastores tienen la peligrosa tarea de negociar con esos grupos violentos en nombre de los padres. El Pastor Mauricio, que viene de un pueblo que fue tomado por las bandas criminales y grupos paramilitares, fue a uno de estos grupos, pero no para ayudar a otros padres. Su propio hijo había desaparecido. Se fue, plenamente consciente de que podía morir. Cuando Mauricio se reunió con el comandante del grupo, fue mal visto. Pero Mauricio había orado junto a muchos otros y el comandante le permitió llevarse a su hijo de 15 años de edad, con una condición: Mauricio tuvo que irse de la zona con toda su familia. Mauricio aceptó y se mudó en cuestión de días. A pesar de que la familia está más segura ahora, la familia sigue con miedo. El hijo de Mauricio está extremadamente traumatizado por esa experiencia.

¿Será que esta práctica criminal pronto llega a su fin? El gobierno colombiano ha tenido conversaciones de paz con las FARC, el grupo guerrillero más grande del país durante más de dos años. A principios de este año, las FARC se comprometieron a no reclutar más niños menores de 17 años, un gran paso hacia adelante. Sin embargo, muchos cristianos todavía informan que las FARC (y otros grupos armados) siguen raptando a los niños más pequeños.

Devolverles su Vida

En el Centro Infantil de Puertas Abiertas, el personal del PPAA se dedican a educar, amar y cuidar a los niños. Algunos de ellos han sido gravemente traumatizados. Algunos niños incluso vieron a sus padres siendo asesinados delante de sus propios ojos. A través de nuestro programa de internado, la oración y la educación bíblica busca devolverles su vida a los niños. Aunque extrañan a sus padres, tienen amigos. Aunque son huérfanos, nosotros somos su familia. A pesar de que no confían, les ayudamos a confiar en Jesús.

ORACIÓN

- Oremos por la paz en Colombia. La paz parece algo muy lejano para mucha gente. Oremos para que la iglesia se levante y hable con denuedo sobre Jesucristo, el Príncipe de Paz.

- Oremos por los niños y adolescentes que son llevados por la fuerza a unirse al conflicto. Oremos por aquellos que son capaces de escapar. Oremos por su re-entrada en la sociedad.

- Oremos por las familias cristianas que viven con miedo y ansiedad debido a las presentes amenazas.