Helen Berhane fue perseguida, maltratada y encarcelada en un contenedor de metal en Eritrea por no negar su fe en Jesús. Helen fue apresada el 13 de mayo de 2004, poco después de lanzar un álbum de música cristiana que se tornó popular entre los jóvenes de Eritrea.
La cantante Helen Berhane nunca fue formalmente acusada, condenada o llevada a juicio. Ella fue encerrada en un contenedor de metal donde permaneció por más de dos años, allí era torturada severamente.
La única posibilidad de ser liberada era firmar un documento negando su fe, prometiendo que nunca más cantaría, que no compartiría su fe en Cristo y que no realizaría cualquier actividad cristiana en Eritrea. Por este motivo, ella permaneció encarcelada y sufrió severas privaciones, pero Helen no negó su fe.