Como informó la Agencia Fides el 12 de enero de 2022, un activista cristiano indígena fue asesinado a tiros por hombres armados cuando se dirigía a dirigir un servicio religioso dominical el 9 de enero en San Marcos de Caiquín (departamento de Lempira). Había recibido amenazas de muerte por parte de grupos criminales locales que querían que dejara de defender los derechos humanos.
Según informó La Prensa el 3 de marzo de 2022, un sacerdote católico que no había sido visto desde que viajaba en coche desde Santa Cruz de Yojoa a San Pedro Sula en la mañana del 3 de marzo fue encontrado muerto horas después. Su cuerpo yacía junto a un puente y tenía varias heridas de bala.
La analista de Puertas Abiertas Rossana Ramírez comenta: «Como se ha puesto de manifiesto en el Dossier de País completo de Puertas Abiertas sobre Honduras (publicado en marzo de 2022), los crecientes niveles de violencia no sólo tienen consecuencias sociales y políticas, sino que también afectan a las comunidades eclesiásticas. Según la Lista mundial de la persecución de 2022 de Puertas Abiertas, la situación de los cristianos en Honduras ha empeorado, ya que el país obtuvo 48 puntos, un aumento de dos puntos en comparación con el período del informe anterior».
«Los ministros de la Iglesia están continuamente expuestos al peligro, especialmente cuando llevan a cabo proyectos (a menudo con jóvenes) en zonas controladas por grupos criminales. Se espera que las autoridades que investigan estos asesinatos no actúen en connivencia con el crimen organizado, lo que probablemente llevaría a la impunidad de los autores.
Señor, te pido que tu consuelo acompañe a las familias de los creyentes asesinados, que reciban fortalez y ánimo en este difícil momento. También te pido que Tú intervengas en este país, para que cese la violencia, y que las autoridades puedan emprender medidas para lograr esto. Amén.