Historias 01 abril 2025

Encontrada en la soledad

Cuando Batoul* decidió seguir a Jesús no sabía en lo que se estaba metiendo. Su vida se volvió profundamente dolorosa -pero Dios no la abandonó

 

 
Cuando Batoul* decidió seguir a Jesús no sabía en lo que se estaba metiendo. Su vida se volvió profundamente dolorosa -pero Dios no la abandonó. Esta es su historia. Se puede ver a simple vista que Batoul tiene algo diferente. Para empezar, no está usando el hiyab, el velo musulmán que utilizan muchas mujeres en este país del Norte de África. También está el hecho de que ella habla de Jesús con una alegría contagiosa. Batoul es una joven en sus 20 que vive en algún lugar del Norte de África. Debido al entorno restrictivo en muchos de estos países en su mayoría musulmanes (en esta región se encuentra Argelia, Marruecos, Túnez, Libia y Egipto) no podemos decir el país exacto en el que ella viva, por motivos de seguridad. Pero la historia de Batoul muestra como Dios obra incluso en los lugares más peligrosos. Y muestra como Él empodera y escoge a aquellos que suelen ser considerados como débiles o marginados, y les da el derecho a ser llamados hijas de Dios.
 

Cuando Batoul* escogió seguir a Jesús no sabía en lo que se estaba metiendo. Su vida se volvió profundamente dolorosa -pero Dios no la abandonó.

Esta es su historia.  

Se puede ver a simple vista que Batoul tiene algo diferente.  

Para empezar, no está usando el hiyab, el velo musulmán que utilizan muchas mujeres en este país del Norte de África.  

También está el hecho de que ella habla de Jesús con una alegría contagiosa.  

Batoul es una joven en sus 20 que vive en algún lugar del Norte de África.

Debido al entorno restrictivo en muchos de estos países en su mayoría musulmanes – en esta región se encuentra Argelia, Marruecos, Túnez, Libia y Egipto – no podemos decir el país exacto en el que ella viva, por motivos de seguridad.  

Pero la historia de Batoul muestra como Dios obra incluso en los lugares más peligrosos.

Y muestra como Él empodera y escoge a aquellos que suelen ser considerados como débiles o marginados – y les da el derecho a ser llamados hijas de Dios. 

Batoul creció en una familia musulmana. Pero a diferencia de otras familias en esta zona del Norte de África, su familia no solo seguía las costumbres conservadoras del islam. Su padre era un extremista que interpretaba el Corán de tal manera que oprimía brutalmente a Batoul, su madre y sus hermanas.  

«Mi padre trataba con nosotras utilizando la violencia. Nos obligaba a repetir todas las oraciones que el recitaba», recuerda Batoul. «Él era muy agresivo con nosotras». Sus hermanas eran obligadas a usar vestimentas que las cubrían totalmente, de acuerdo a la ley sharía. Batoul era muy joven para utilizar esas vestimentas, pero sabía que eventualmente tendría que hacerlo.  

El padre de Batoul también abusaba de su madre, Amina*. «Él quería que ella usara el hiyab y ella se negaba», Cuenta Batoul. «Él entonces la amenazaba con casarse con otra mujer que si utilizara el hiyab». La amenaza funcionó y la madre de Batoul comenzó a utilizar el velo islámico.  

«No tenía familia, no tenía nada, y mi fe se tambaleó porque no sentía que Cristo estaba conmigo, solo veía que las personas que estaban conmigo me abandonaban. Así que en ese momento, consideré suicidarme y poner fin a mi vida»