A pesar de que el número de víctimas no ha recibido atención mundial, la historia de lo que sucedió en al-Bayda-1, un asentamiento en las afueras de Alejandría, es un indicativo de a lo que se enfrentan las minorías cristianas en Egipto cuando falla el estado de derecho y los prejuicios están a la orden del día.
El día 17 de junio, después de la oración vespertina, musulmanes enojados se reunieron afuera del hogar de Naim Aziz Moussa después de haberse corrido el rumor de que este cristiano iba a convertir su casa en una iglesia.
"Más de 5,000 personas, incluyendo niños, ancianos, hombres y mujeres, rodearon mi casa gritando: 'De una forma u otra, derribaremos esta iglesia'," comentó.
Las recientes visitas de un pastor copto a su hogar fueron la razón por la cual los locales pensaron que un lugar de adoración cristiano se estaba levantando cerca de ellos. Aparte de albergar a la familia de 6 en la planta baja, los otros dos pisos sirven para que discretamente los cristianos del lugar se puedan reunir, en ausencia de algún otro lugar en la zona que puedan usar para este fin.
A menudo ha resultado imposible emitir permisos legales para la construcción de una iglesia en el país, un punto usado sutilmente para contener a los cristianos coptos. A pesar de varios intentos, la tentativa para eliminar los obstáculos legales sigue siendo difícil de alcanzar.
Además del granjero de 46 años y su familia, la aldea de al-Bayda-1 es el hogar de alrededor de 80 familias cristianas más. Situada en la Carretera del Desierto Alejandría-El Cairo, este asentamiento de barrio pobre queda dentro de Amreyya, un distrito de Alejandría que está fuertemente influenciado por los musulmanes fundamentalistas salafistas que, según reportan los lugareños, no esconden su desdén por los cristianos.
La iglesia más cercana está a 5 kilómetros en otra villa - distancia considerable, dada la pobre calidad del transporte y un área donde hay tan alta densidad de población que se traduce en personas viviendo condiciones de hacinamiento. Moussa, conocido también como Maurice, donó en 2009 parte de su casa a la iglesia.
Algunos medios de comunicación con amplio alcance, incluido Fox News, han informado que 80 hogares han sido incendiados. Sin embargo, World Watch Monitor, basado en informes de fuentes locales, notifica que al menos dos casas, incluida la de Moussa, sufrieron daños graves, mientras que otros 10 hogares cristianos fueron saqueados.
'Infieles'
Material de construcción, muebles y demás accesorios presumiblemente destinados a la construcción de la iglesia, fueron totalmente destruidos.
"Son ustedes o nosotros, infieles"
"¡No habrá iglesia en nuestra villa, son ustedes o nosotros, infieles!", dijo Moussa, recordando los gritos de la multitud enfurecida. "El lugar entero fue saqueado, incluido nuestro hogar. El nuevo departamento de mi hermano fue destruido también," dijo también Moussa, quien junto con otros de sus hermanos fue herido durante el caos.
Acorde a lo que se ha convertido en un patrón ya familiar, las casas de cristianos que viven cerca del lugar fueron apedreadas. "Al menos cinco coptos fueron heridos. Mujeres y niños se vieron afectados también durante el pánico," añadió Moussa.
Se añade que el obispo Karas, sacerdote de una iglesia cercana, apenas escapó de la turba y su vehículo resultó considerablemente dañado.
'¡Islam, Islam!'
"Ellos gritaban: '¡Islam, Islam! ¡No queremos iglesias en Amreyya!'", añadió Moussa.
La policía llegó inmediatamente al lugar, lo cual levantó sospechas en Moussa.
"Parecía demasiado conveniente que el Jefe de la policía de Amreyya, junto con otros oficiales de rango, se encontraran haciendo sus oraciones en el pueblo gemelo de al-Bayda-2, a solo 5 kilómetros de distancia," dijo. Cuando la policía llegó a la escena, musulmanes enfurecidos se encontraban gritando, mientras que sus mujeres mostraban su alegría porque la policía estaba allí. Ellos gritaban en apoyo a la policía, al mismo tiempo que hacían hincapié en su rechazo a la construcción de una iglesia en tierras musulmanas.
"El jefe de policía me vio sangrando a causa de mis heridas. Me quejé con él por lo que había pasado, y dijo que yo merecía eso y más. Mientras tanto, nuestros atacantes cargaban al policía en sus hombros mientras gritaban: '¡La policía y la gente son uno!'"
De acuerdo a Sabri Shawki, otro copto local, la policía tomó a 19 cristianos, incluido él, en una furgoneta. "Pensé que nos llevaban a la estación de policía, pero solo nos llevaron fuera de la aldea y nos dejaron allí," dijo Shawki.
"La policía no hizo nada para proteger a los cristianos. Justo en su presencia, más hogares cristianos fueron atacados y el vehículo del obispo Karas fue dañado otra vez," añadió Moussa, diciendo que cierto número de atacantes se unió a la policía para las oraciones de la noche, justo enfrente de los hogares cristianos, mientras usaban altavoces para dirigir la oración.
La policía finalmente detuvo a seis musulmanes y seis cristianos, incluido Moussa. Uno de los coptos detenidos, Harvey Fawzi, era alguien de fuera que resultó estar en el lugar y tiempo equivocados.
De acuerdo a fuentes locales, los seis musulmanes fueron liberados al poco tiempo para que pudieran terminar su ayuno debido al Ramadán, mientras que los seis coptos fueron retenidos durante más tiempo. A las 10 de la noche los cristianos fueron acusados de "construir sin permiso", una contradicción según Moussa ya que cada edificación de la aldea es construida sin el permiso necesario.
Después de la medianoche, los cristianos fueron puestos en libertad bajo fianza después de haber sido también acusados de "orar sin permiso".
'Orar sin permiso'
"Cuando estábamos en la estación de policía, le pedí al oficial que me llevara al hospital ya que mi cabeza estaba sangrando. Estuve retenido hasta la medianoche, antes que se me permitiese ir al hospital, donde la herida requirió sutura," añadió Moussa.
Desde el 17 de junio, Moussa, junto a su esposa embarazada, cuatro hijos y su hermano, no han podido regresar a casa.
"Estamos durmiendo a la intemperie. Las fuerzas de seguridad no nos dejarán regresar a casa, a menos que optemos por un consejo extrajudicial," dijo, y añadió: "La policía me dijo que puedo irme a casa solo si acepto reconciliarme con mis opresores".
A pesar de las presiones para renunciar a sus derechos legales, los Moussa se han mostrado firmes.
"Solo pido justicia. Hemos sufrido ya bastante. Si la ley significa algo, tendré justicia," dice Moussa, quien dice estar angustiado de que sus atacantes tengan un trato amigable con la policía que les vigila fuera de su hogar, justo ahora que no puede ir.
La espera por la llegada de justicia para los Moussa puede ser larga.
"El jefe de policía de Amreyya me dice que la ley no me ayudará. Se burla al recordarme que mi primo no ha podido recuperar su tierra a pesar de un fallo legal a su favor, " dijo Moussa, en referencia a Hamdi Makanoti, cuya historia fue cubierta por World Watch Monitor el año pasado.
Construir nuevas iglesias o remodelarlas está restringido en Egipto. A pesar de ello, hay numerosos casos de cristianos que han levantado iglesias en los sótanos de sus casas o a través del establecimiento de Organizaciones No Gubernamentales para finalmente usar sus instalaciones para los cultos.