El mensaje que llegó a su teléfono estremeció por completo a Zahra*: «Han matado a Anis*».
Ambos eran colaboradores en Yemen. Él atendía a los hombres y Zahra a las mujeres. Le encantaba su trabajo, ¡y era bastante fructífero!
Pero un día, Anis recibió un mensaje amenazante. Una semana después, le dispararon en su propia casa, delante de sus hijos. «Me quedé en estado de shock. Durante un mes no salí de casa», cuenta Zahra con lágrimas en los ojos. «¿Seré yo la siguiente?».
Para Zahra, la vida en Yemen es excesivamente dura. Al nacer en una familia cristiana, desde siempre ha sufrido una persecución implacable.
Pero el asesinato de Anis la dejó aterrorizada.
En medio de esta oscuridad, tu apoyo fortalece a Zahra y le da valor para seguir compartiendo a Jesús.
«Estoy decidida a quedarme aquí a pesar de los riesgos»