El 13 de febrero de 2025 se cumplen ocho años desde que el pastor Raymond Koh fue secuestrado a plena luz del día. Fue visto por última vez en la grabación de una cámara de circuito cerrado de televisión residencial siendo sacado de su vehículo y metido en un gran todoterreno negro en una carretera muy transitada.
Su esposa, Susanna Liew (en la foto), también conocida como Susanna Koh, ha estado en una batalla legal contra el gobierno desde 2020 por su negligencia en este caso y, en última instancia, para averiguar qué le sucedió a su esposo. «¡Todo lo que quiero es justicia! Quiero saber la verdad: ¿Dónde está mi esposo y qué le sucedió?», dijo Susanna.
A pesar de enfrentarse a numerosos desafíos, ella se ha mantenido inquebrantable en su búsqueda de respuestas durante casi cinco años. Ha trabajado incansablemente con equipos legales, ha solicitado transparencia y ha creado conciencia para que las autoridades rindan cuentas.
«Quiero que los perpetradores sean llevados ante la justicia y procesados», declaró Susanna. «Me interrogaron. Ya estaba traumatizada y, como resultado, tuve ataques de pánico; todavía tengo ataques de pánico. Mis hijos también se ven afectados; están deprimidos y han tenido que buscar ayuda psicológica».
Este es un caso judicial en curso. Pero hay algo que cada uno de nosotros puede hacer ahora por ellos, por Raymond y Susanna Koh. Podemos orar por su familia, sus abogados y el juez del caso en curso.
Por favor, sigue orando por la familia del pastor Raymond Koh, para que tengan la fuerza y la sabiduría necesarias para superar esta situación. Ya han pasado ocho años. Ora para que sigan poniendo su fe y esperanza solo en Dios. No es fácil para la familia aprender a vivir sin un esposo y un padre.
«Quiero saber la verdad: ¿Dónde está mi esposo y qué le sucedió? Quiero que los perpetradores sean llevados ante la justicia y procesados»
Susanna Koh, mujer del pastor secuestrado
El pastor Raymond Koh se crió en una familia humilde con muy poco para sobrevivir cada día. Al crecer en un entorno así, comprendió la difícil situación de los pobres y marginados. Esta comprensión lo inspiró a fundar su ONG, Harapan Komuniti (traducido como Comunidad de Esperanza), para ayudar a personas de todos los orígenes a encontrar una comunidad de esperanza.
El pastor Raymond trabajó incansablemente durante años a través de su ONG, centrándose en proporcionar apoyo a las comunidades vulnerables, incluidas las personas que viven con el VIH/SIDA, los adictos en recuperación, las madres solteras y los niños necesitados. Su organización se convirtió en un salvavidas para muchos, ofreciendo no solo asistencia práctica, sino también esperanza y dignidad a aquellos que a menudo son marginados por la sociedad.
Uno de los amigos del pastor Raymond, Steve, mencionó: «Raymond tiene un gran corazón para las personas a las que sirvió. Se encargó de todo lo que pudo imaginar hacer por ellos. Al provenir de un entorno familiar pobre, entendía las necesidades de los pobres y abandonados. Cada vez que veía a personas que necesitaban ayuda, rápidamente trataba de ayudar. No discriminaba por motivos de raza o religión. Esto llevó a las autoridades a pensar que estaba involucrado en el proselitismo de los musulmanes».
La creación de Harapan Komuniti marcó el comienzo de la misión del pastor Raymond de apoyar a las comunidades marginadas, utilizando diversos enfoques de desarrollo comunitario. A través de la organización benéfica, se centró en proporcionar ayuda a los pobres. La ONG se convirtió así en un símbolo de esperanza literal y práctico, ofreciendo apoyo directo y empoderando a las personas para que reconstruyeran sus vidas desde cero.
El pastor Daniel Ho, pastor principal, dijo: «Conozco a Raymond y a su familia desde hace más de 30 años. Es un muy buen amigo, un hombre maravilloso; humilde, desinteresado y sacrificado. Era un hombre modesto que lo daba todo por servir a Dios y amar a la gente. Oro para que haya muchos más Raymond Kohs dispuestos a servir a la gente».
La influencia del pastor Raymond se extendió más allá de su propia organización, inspirando a innumerables personas e iglesias a participar activamente en el servicio a las comunidades marginadas. Su enfoque de la compasión, que trascendía la raza, la religión y los orígenes, animaba a otros a ver la dignidad en cada persona y a responder con amabilidad.
Señor, gracias por acompañar a Susanna y su familia durante estos años de incertidumbre, tristeza y lucha. Te pido que sigas avivando su fe y su esperanza en ti, y que abras camino en su lucha por justicia. Por favor, haz que las autoridades colaboren y rindan cuentas, y te pedimos que pronto se pueda desvelar la verdad sobre el paradero de Raymond. Guía a los abogados de Susanna y al juez del caso en sus decisiones. En el nombre de Jesús, amén.