El papá de Sele murió cuando él apenas tenía dos años. Fue asesinado en un ataque contra los cristianos. Sele ni siquiera tiene recuerdos de él. Ahora Sele tiene trece años. Aunque no es más que un adolescente, es un pilar fundamental en su familia, ya que, además de ser brillante en sus estudios, trabaja para sostener a los suyos.
En el futuro, a Sele le gustaría ser médico: quiere devolver a la comunidad parte de la ayuda que, gracias a ti, ha recibido durante estos años.