En Filipinas, donde la lucha entre el estado y los grupos radicales islámicos ha causado estragos, podemos encontrar a Sarosa. Su historia no es fácil de contar. Es una historia en la que se entremezcla la violencia, la guerra, la injusticia y la muerte.
Sin embargo, la historia de Sarosa es una historia de esperanza.
Esa esperanza que Dios trata cuando todo parece estar perdido.